¿Qué significa para el consumidor el posible retraso de la prohibición de motores de combustión en 2035?

La prohibición de motores combustión 2035 en Europa podría retrasarse. Descubre las consecuencias de este giro, el papel de los eFuels y cómo afecta a la transición energética automotriz en nuestro análisis completo.

¿Qué significa para el consumidor el posible retraso de la prohibición de motores de combustión en 2035?

En 2023, la Unión Europea dio un paso histórico al aprobar la prohibición de venta de vehículos nuevos con motores de gasolina o diésel a partir de 2035, forzando una transición acelerada hacia la movilidad eléctrica. Sin embargo, declaraciones recientes de altos cargos de la Comisión Europea –entre ellos el comisario de Transporte, Apostolos Tzitzikostas, y el vicepresidente Stéphane Séjourné– sugieren una flexibilización de esa norma. Este posible retraso de la prohibición de motores de combustión en 2035 no solo refleja las fuertes presiones de la industria automotriz, especialmente la alemana, sino también un cambio de enfoque hacia la neutralidad tecnológica. ¿Qué significa este giro para consumidores, fabricantes y el futuro del automóvil? En este análisis desglosamos las causas, implicaciones y lo que podemos esperar en los próximos años. Mientras Europa debate, China avanza a pasos agigantados en la producción de vehículos eléctricos, como analizamos en nuestro artículo sobre la nueva ruta ártica para coches eléctricos chinos.

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¿Por qué Europa reconsidera? Presiones económicas y geopolíticas

La industria automotriz europea, y en particular la alemana, ha manifestado su preocupación por el ritmo impuesto por la normativa original. La transición acelerada a la electrificación supone enormes inversiones en un contexto de incertidumbre económica, escasez de materias primas para baterías y una infraestructura de carga aún insuficiente. Además, el consumidor europeo no ha adoptado el vehículo eléctrico con la rapidez esperada, en parte por los altos precios y las limitaciones de autonomía. Paralelamente, la competencia china ha irrumpido con fuerza en el mercado de los EV, ofreciendo modelos a precios muy competitivos y con una tecnología que mejora rápidamente, como lo demuestra el Kia PV5, que recientemente batió un récord Guinness de autonomía para utilitarios eléctricos. Frente a esta realidad, la Comisión Europea ha reconocido la necesidad de “no poner en peligro nuestra competitividad” y de “ayudar a la industria europea a mantener su ventaja tecnológica”. Las declaraciones del comisario Tzitzikostas al diario Handelsblatt confirman esa apertura: “Estamos abiertos a todas las tecnologías”.

Neutralidad tecnológica: el regreso del motor de combustión (con condiciones)

El concepto clave detrás de este cambio es la neutralidad tecnológica. La normativa original obligaba a los fabricantes a reducir las emisiones de CO₂ de su flota a cero en 2035, lo que en la práctica solo se podía lograr con vehículos de batería o de pila de combustible. Ahora, la Comisión plantea que cualquier tecnología que cumpla con los objetivos de emisiones pueda ser aceptada, incluso los motores de combustión interna, siempre que utilicen combustibles neutros en carbono como los eFuels o biocombustibles avanzados. En otras palabras, se permitiría la venta de coches nuevos con motor tradicional después de 2035, pero estos deberían demostrar que sus emisiones de CO₂ son nulas (o muy bajas) gracias al uso de dichos combustibles. Esta decisión, que todavía debe formalizarse, se alinea con la petición del canciller alemán Friedrich Merz de considerar “motores de combustión altamente eficientes”. Para conocer los detalles oficiales de la normativa europea sobre emisiones, puede consultar la página de la Comisión Europea.

combustibles neutros en carbono

eFuels y biocombustibles: ¿la salvación del motor tradicional?

Los eFuels son combustibles sintéticos producidos a partir de hidrógeno renovable y captura de CO₂ atmosférico. Al quemarse, liberan el mismo CO₂ que se utilizó para su fabricación, por lo que en teoría son neutros en carbono. Los biocombustibles avanzados se obtienen de residuos agrícolas o forestales y también prometen una huella de carbono reducida. Sin embargo, ambos presentan desafíos importantes: su producción a gran escala es actualmente muy costosa, la infraestructura de distribución es prácticamente inexistente y su eficiencia energética global es inferior a la de un vehículo eléctrico. No obstante, algunas marcas como Porsche y Mazda apuestan por ellos; esta última incluso ha desarrollado un deportivo conceptual que utiliza combustible de algas y captura CO₂. Los eFuels podrían ser una solución para sectores donde la electrificación es difícil (aviación, transporte pesado) y para mantener vivos vehículos clásicos o deportivos de alto rendimiento.

Comparativa de tecnologías: eléctricos, híbridos y combustión con eFuels

Para entender mejor las opciones que tendrán los consumidores en los próximos años, presentamos una tabla comparativa de las tres principales tecnologías que podrían coexistir después de 2035: vehículo eléctrico a batería (BEV), híbrido (PHEV/HEV) y motor de combustión interna alimentado con eFuels.

Aspecto Eléctrico puro (BEV) Híbrido (PHEV/HEV) Combustión con eFuels
Emisiones (pozo a rueda) Cero en uso; dependen de la generación eléctrica Reducidas; dependen del modo de conducción y recarga Neutras si el eFuel se produce con energía renovable
Autonomía típica (km) 300-600 km 800-1000 km (con combustible) Similar a combustión tradicional (500-800 km)
Tiempo de repostaje/recarga 30 min (rápida) a varias horas (lenta) Minutos (combustible) + horas para batería Minutos (como gasolina)
Coste de combustible/energía (por 100 km) 2-5 € (depende de tarifa) 4-8 € (mezcla) 10-15 € (estimado, por alto coste producción eFuel)
Infraestructura actual En expansión, aún insuficiente en zonas rurales Amplia red de gasolineras; carga en casa para PHEV Utiliza misma infraestructura que gasolina; pero eFuel escaso
Precio de compra (vs. equivalente combustión) Más alto (20-30%) Intermedio (10-20% más) Similar o ligeramente superior (por adaptación motor)
Mantenimiento Menor (sin aceite, etc.) Moderado (tiene ambos sistemas) Similar a motor tradicional
Viabilidad a largo plazo (2035+) Alta, con mejoras en baterías y red Posiblemente como puente, pero dependiente de combustibles Depende de producción masiva de eFuels a coste competitivo

Como se observa, cada tecnología tiene sus ventajas e inconvenientes. Los eléctricos son ideales para uso urbano y quienes pueden recargar en casa; los híbridos ofrecen un equilibrio entre autonomía y emisiones, como los MG ZS y HS híbridos que analizamos en un artículo reciente; y los motores con eFuels permitirían conservar la experiencia de conducción tradicional, pero a un coste de combustible elevado y con una disponibilidad incierta. No hay que olvidar que los motores de combustión actuales ya son muy eficientes, como lo demuestra nuestro ranking de los 25 autos con mejor rendimiento de combustible en 2024.

Impacto en los fabricantes: estrategias en la encrucijada

El posible cambio regulatorio coloca a los fabricantes en una posición delicada. Muchas marcas habían anunciado planes de electrificación total para 2030-2035, invirtiendo miles de millones en plataformas EV y baterías. Si la UE abre la puerta a los motores de combustión neutros en carbono, algunas podrían reconsiderar esos plazos, extendiendo la vida de sus motores térmicos y retrasando la amortización de las inversiones en electrificación. Esto podría generar un doble esfuerzo: mantener dos líneas de desarrollo en paralelo. Por otro lado, marcas como Porsche ya están invirtiendo en eFuels para sus deportivos, mientras que otras como Volvo mantienen su apuesta firme por lo eléctrico, como muestra el SUV eléctrico Volvo EX90. La flexibilidad será clave, pero también el riesgo de quedarse atrás si se elige la tecnología equivocada.

Consecuencias para los consumidores: más opciones, pero ¿más confusión?

Para el comprador, la flexibilización de la prohibición significa que en 2035 seguirá habiendo coches nuevos con motor de combustión, probablemente a precios más bajos que los eléctricos equivalentes. Además, podría reducir la ansiedad por la autonomía y el repostaje rápido. Sin embargo, también introduce incertidumbre: ¿serán los eFuels asequibles y fáciles de encontrar? ¿Mantendrán los gobiernos incentivos a la compra de EV? ¿Depreciará más rápido un eléctrico si la infraestructura de carga no mejora? En este contexto, es fundamental que cada consumidor evalúe sus necesidades reales: kilometraje anual, tipo de desplazamientos, posibilidad de recarga en casa, etc. No hay una solución única, y la diversificación tecnológica puede ser positiva siempre que esté bien informada.

Escenarios futuros: ¿qué nos espera después de 2035?

Basándonos en las tendencias actuales, podemos esbozar tres escenarios plausibles:

  1. Dominio del eléctrico: Si las baterías siguen abaratándose, la infraestructura de carga se densifica y los gobiernos mantienen apoyos, los BEV podrían imponerse, relegando los eFuels a nichos muy concretos (deportivos, vehículos históricos).
  2. Coexistencia prolongada: Los híbridos enchufables y los motores con eFuels convivirían con los eléctricos, cada uno cubriendo segmentos distintos. Esto exigiría una producción masiva de eFuels y biocombustibles, algo que hoy parece lejano.
  3. Retraso en la descarbonización: Si los eFuels no escalan y los eléctricos encuentran barreras de adopción, las emisiones del transporte podrían no reducirse al ritmo necesario, obligando a la UE a endurecer nuevamente la normativa.

La transición hacia una movilidad sostenible sigue siendo un objetivo irrenunciable, pero el camino se revela más sinuoso de lo previsto. La posible flexibilización de la prohibición para 2035 es un reconocimiento de esa complejidad.

Conclusión: una transición más realista, pero no menos compleja

El posible retraso de la prohibición de motores de combustión en 2035 no es una vuelta atrás en los compromisos climáticos, sino una adaptación a la realidad económica, tecnológica y geopolítica. Europa busca preservar su industria y ofrecer a los ciudadanos un abanico de opciones viables para descarbonizar el transporte. Para el consumidor, esto significa más alternativas, pero también la responsabilidad de elegir con conocimiento. En cualquier caso, la electrificación seguirá avanzando, los híbridos seguirán siendo una opción popular y los eFuels intentarán ganar terreno. Lo que está claro es que la década de 2020 será decisiva para definir el futuro del automóvil.

¿Qué opinas sobre este posible retraso? ¡Comparte tu visión!

El debate está servido. ¿Crees que la UE debe mantener la prohibición original o es mejor permitir los motores de combustión con eFuels? ¿Te inclinarías por comprar un coche eléctrico, híbrido o de combustión en los próximos años? Nos interesa conocer tu opinión. Déjanos un comentario con tus impresiones y, si tienes dudas, estaremos encantados de responder. ¡No olvides compartir este análisis en tus redes sociales para que más gente se sume a la conversación!

Preguntas Frecuentes

¿Qué significa exactamente 'neutralidad tecnológica' en este contexto?

Significa que la UE ya no obligaría solo a vender coches eléctricos de batería. Permitiría motores de combustión que usen combustibles sintéticos (e-fuels) o hidrógeno, siempre que sus emisiones netas sean cero. Esto da más opciones a los fabricantes y podría mantener vivos algunos motores tradicionales, pero con tecnología de emisiones limpias.

¿Cómo afecta este posible retraso a los planes de compra de un coche nuevo?

Si planeabas comprar un coche de combustión nuevo cerca de 2035, podrías tener más tiempo y opciones. Sin embargo, los fabricantes seguirán lanzando EVs y la infraestructura de carga seguirá creciendo. Es aconsejable evaluar tus necesidades de movilidad y el costo total a largo plazo, ya que las regulaciones locales (como Zonas de Bajas Emisiones) pueden ser más restrictivas.

¿Los coches de gasolina y diésel actuales podrán circular después de 2035?

Sí, podrán circular con normalidad. La prohibición solo afecta a la venta de vehículos nuevos a partir de esa fecha. Los coches de combustión ya matriculados seguirán en las carreteras durante muchos años más. Su valor en el mercado de segunda mano podría incluso verse afectado por esta posible flexibilización.

¿Qué ventaja competitiva busca Europa frente a China con este cambio?

Europa busca proteger su potente industria de motores de combustión y ganar tiempo para desarrollar tecnologías propias de baterías y e-fuels. El objetivo es no depender masivamente de China para baterías y EVs baratos, manteniendo su liderazgo en ingeniería de motores mientras reduce emisiones con combustibles alternativos.

¿Los híbridos también estarían permitidos después de 2035?

Dependerá de la redacción final de la norma. Bajo el principio de neutralidad tecnológica, los híbridos enchufables con emisiones netas cero podrían tener cabida, especialmente si usan e-fuels. Los híbridos convencionales (no enchufables) tendrían más dificultades para cumplir el objetivo de cero emisiones en 2035.